martes, 9 de octubre de 2012

Una Agridulce derrota


Después de las elecciones del pasado domingo, son dos las historias que se viven en la patria de Bolívar, una mitad de los venezolanos se sienten en la gloria tras el triunfo de Hugo Chávez en las elecciones, mientras que la otra mitad, un poco menor de acuerdo a los resultados del CNE se siente devastada, al borde de un abismo o en una caída libre sin paracaídas por lo que el resultado al llegar al piso será desastroso.

Es a esa mitad a la que me quiero dirigir, porque ahora se están justificando en lo injustificable, se agarran de una excusa, la más fácil de todas, asumir que la derrota fue un pacto para que no se derramara más sangre, que hubo fraude electoral.


Yo, como ustedes apostaba a un mejor futuro, a un camino de progreso, pero escuchar estas frases solo me generan frustración porque es precisamente con esa postura y haciendo eco de esos rumores lo único que logramos es desestimar a nuestros líderes opositores, a nuestra dirigencia política y lo que es aún peor genera desconfianza en el sistema electoral, lo que significa entregar en bandeja de plata las alcaldías y gobernaciones para las venideras elecciones.

Ya lo dijo Capriles, “Para saber ganar hay que saber perder” nosotros perdimos y de esto tenemos que aprender, tenemos que evaluar las causas, para poder evitarlas en las próximas contiendas electorales, si bien es cierto que ya llevamos varias elecciones perdidas, también es cierto que en este caso no todo está perdido y que perdiendo también ganamos:



    Ganamos un líder, desde que la oposición en Venezuela se empezó a organizar siempre ha sido criticada incluso por sus mismos seguidores porque no había un líder que nos señalara el camino, ya sabemos que Hay Un Camino y ahora además tenemos quien lidere nuestro paso.

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   Si bien es cierto que perdimos, también es cierto que son sólo 3 meses de campaña logramos aumentar no sólo votos sino también en porcentaje en comparación a la última elección presidencial, demostrando que en la unión está la fuerza, que si trabajamos juntos por un mismo objetivo podremos alcanzar la meta que tanto deseamos, que somos capaces de bajar esa eterna apatía de 30% de abstención a un 20% y estoy segura de que si continuamos trabajando podremos contrarrestarla aún más.

Ahora más que nunca están tenemos que canalizar esos sentimientos que nos invaden para sacar las ganas de salir a buscar el futuro que queremos, por la Venezuela que deseamos, lo que tenemos que hacer es poner a un lado ese desánimo y salir a hacerles entender a los famosos ni-ni que tienen que votar, que Venezuela no aguanta más apatía y necesita de la participación de todos.


No podemos derrumbarnos, no podemos caer en rumores, no podemos hacerle el juego a quienes nos adversan creyendo en fraudes y otras excusas que lo que buscan es paralizarnos, hay que levantarnos de la cama, llenarnos de ánimos y salir a trabajar por la Venezuela que todos queremos, yo lo hago y me siento mucho mejor así que llorando en una cama clamando por un fraude que en el fondo sabemos no existió.

Tenemos que animarnos, tenemos que buscar la Venezuela de los sueños, ya sabemos que Hay Un Camino ahora tenemos que caminarlo con orgullo y sin descanso para conquistar lo que todos queremos, una Venezuela de Progreso.